Plaza de Jemaa el Fna
Imagen nocturna de la Plaza de Jemaa el Fna de Marrakech
Playa de Agadir
MARRAKESH y AGADIR
Cuando tenía 16 años fue la primera vez que escuché el nombre de esta ciudad de Marruecos. Aunque ya me gustaba la geografía y devoraba cualquier libro que tuviera mapas, esta ciudad no la había oído en mi vida. Sin embargo a mis 16 años la música si que me gustaba.
El rock, el folk, y el pop, en 1970 era algo que corría ya por mis venas. Me gustaban lógicamente los grupos ingleses, y -también claro- los americanos. Ahí estaban Bob Dylan, los Creedence Clearwater Revival, y Simon y Garfunkel. Pero hete ahí, que en una fiesta de un compañero del Instituto Santamarca al que yo iba, puso el pinchadiscos de turno, una canción, la cual muchas veces me ha acompañado a lo largo de mi vida, tararear su estribillo pegadizo en un spanglish que cualquiera que lo oyera se moriría de risa.
El estribillo decía estas palabras:
“…Wouldn't you know we're riding on the Marrakesh Express,
Wouldn't you know we're riding on the Marrakesh Express,
They're taking me to Marrakesh...”
La canción no era ni más ni menos que: Marrakesh Express. Y el grupo (supergrupo)que la tocaba era Crosby, Stills, Nash & Young (aunque originalmente este ultimo compositor no estaba aún en el grupo).
Nash & Crosby Marrakesh Express - YouTube |
Vendedores de bolsos y cerámicas en la Plaza de Jemaa el Fna
Cuarenta y dos años más tarde, por fin, he conocido esta maravillosa ciudad. No he ido en tren que es lo que me hubiera gustado, pero lo importante es haberla conocido aunque lo haya hecho en avión. Bueno miento. Realmente lo hice en coche desde Agadir, una ciudad que gracias a su excepcional playa, afortunadamente no masificada, y un puerto-marina turístico, que bien nos recuerda a Puerto Banús, conforman la punta de lanza, que ha hecho que la ciudad esté plagada de hoteles, restaurantes y cafés, donde tanto los turistas como los lugareños se encuentran a sus anchas.
Vista de Agadir desde el Castillo
Una de las sensaciones más placenteras cuando viajo, es poder acceder a un punto alto, para obtener una panorámica a vista de pájaro. Y aquí lo logré subiendo al cerro que ocupaba la antigua Kasbah, y donde después los portugueses construyeron un fuerte dominando toda la ciudad. A sus pies se extiende la ciudad, la marina y el puerto pesquero, que según nos comentan es el principal puerto sardinero del país.
Después de pasear por su zoco, menos laberíntico que el de Marrakech o Fez, donde realizamos algunas compras, nos dirigimos sin dilación al norte de Agadir para disfrutar también de las famosas calas y playas vírgenes de Taghazout, muy populares entre los surfistas y los amantes de la tranquilidad.
Playas vírgenes de Taghazout
Me alegro de haber encontrado un equilibrio en el alojamiento, que aún teniendo todas las comodidades, no han caído en el “desarrollismo español”, que solo ha buscado el beneficio rápido del ladrillo, aunque con ello se carguen totalmente el litoral marítimo. Un ejemplo del buen hacer es el:
Hotel Paradis Plage. Km 26 Route DÉssaouira-Imi Ouaddar. Tel + 212(0)5 28 20 03 82 www.paradisplage.com Una maravilla del hotel de lujo a precios asequibles. Recién construido a orillas del mar el cliente puede tener clases de Surf y Yoga, además de Spa y fitness.
Si visitas Agadir, te aconsejo un buen hotel no muy lejos de la Playa, y con una buena relación calidad-precio:
Hotel –Spa Villa-Blanche. Nº 50 Baie des Palmiers Secteur N-Cité. Tfono: +212 5 28 21 13 13
Una vez visitado esta parte de la costa atlántica marroquí, me dirijo con emoción, por una autopista de reciente construcción, a la mítica ciudad roja de Marrakesh.
Aguador de MarrakechLo primero que me llama la atención es como ha cambiado Marruecos en esto de vías de alta capacidad, como se las llama en España. Cuando estuve en Marruecos hace más de 35 años en una Semana Santa, visitando Fez, Tetuán, Larache, y Mequinez, las carreteras eran de doble sentido, y las autopistas eran un lujo de los que todavía faltaban muchos años para que se hicieran realidad. Ahora toda ha cambiado. Ya se puede ir desde Tángerhasta Agadir en Autopista.
Cuando falta poco para llegar a Marrakech, y sin darme cuenta, empiezo a tararear esa magnifica canción de mi juventud, que tanto influyó en mis años mozos. Y así rápidamente, llego a esta ciudad con la melodía en mi cabeza, que ya no se desprenderá de mí en toda la visita.
TEXTO Y FOTOS: CARLOS R. ZAPATA.
La foto de la Plaza de Jemaa el Fna es alucinante. Enhorabuena por tu trabajo.
ResponderEliminarJavier