ALQUÉZAR
EL RIO VERO HA IDO EROSIONANDO A LO LARGO DE LOS SIGLOS EL PAISAJE SOMONTANO, PARA FORMAR UNOS PROFUNDOS Y SINUOSOS CAÑONES QUE SE HAN CONVERTIDO EN DESTINO PRINCIPAL PARA LOS AMANTES DEL “BARRANQUISMO” DE TODO EL MUNDO. Y AL ULTIMO DE SUS CAÑONES SE ASOMA, COMO COLGADA DE SUS ESCARPADAS PAREDES, ALQUEZAR.
Esta magnífica localidad oscense ubicada en la sierra de Guara, en la comarca del Somontano de Huesca, recibe orgullosa a los visitantes, mirándolos desde lo alto de la atalaya de su castillo moro levantado por Jalaf ibn Rasid en el siglo IX, para defenderse del avance de la resistencia cristiana y que fue convertido en Colegiata una vez que la Reconquista lo mantiene en manos de los conquistadores allá por el año 1067, de la mano de Sancho Ramirez.
De entonces acá han pasado muchos avatares por las empedradas calles de la villa de Alquézar y sus habitantes han podido mantener la villa como si el tiempo no hubiera transcurrido, debido entre otras cosas a que la pobreza de la villa, dedicada al cultivo del almendro, del olivo y del vino, que no permitió a sus habitantes derribar sus antiguas viviendas, para construir nuevos edificios que hubieran acabado con el sabor medieval de la villa, que ha sido declarada Conjunto Histórico Artístico en 1982.
Es imprescindible pernoctar en la villa para disfrutar de un paseo nocturno por las calles tenuemente iluminadas y disfrutar del espectáculo de la Colegiata que parece colgada en el cielo nocturno, iluminada toda ella como si fuera una estrella.
Penetramos en la ciudad por la Portada Gótica y ascendemos por sus empinadas y sinuosas calles, que nos llevan hasta la Colegiata, pasando por la Plaza Mayor. Como casi todas las plazas españolas, esta también está soportalada y su pequeño tamaño le hace aún más coqueta si cabe con su aspecto medieval que adorna todo el pueblo.
Al recorrer sus calles vamos encontrando algunas casas que adornan sus portadas con escudos y cuando levantamos la vista podemos admirar diferentes adornos en las fachadas que se protegen bajo el techado de los aleros.
La pequeña villa nos obsequia con diferentes lugares emblemáticos como la calle Mayor, la Fuente de Monchirigüel, o los curiosos pasillos llamados “callizos” y que servían para obtener más espacio en las viviendas. Además nos encontramos con la ermita de Nuestra Señora de las Nieves y terminamos en la Plaza Cruz de Buil desde la cual accedemos ya directamente a la Colegiata.
Cuando estábamos paseando por el pueblo nos encontramos con un paisano que estaba vareando los almendros, uno de los frutos más arraigados y que más se exportan de esta zona del Somontano.
También nos encontramos con D. Vicente Lascorz Buil, uno de los pocos artesanos-carpinteros que quedan en toda la región. Nos invitó a ver sus trabajos en su casa y la visita no pudo ser más interesante al ver como ha hecho reproducciones en madera de instrumentos antiguos musicales. Vamos...una joya para los tiempos que corren.
Y brillando como una estrella nos topamos con el monumento más emblemático de Alquezar. La Colegiata de Santa María la Mayor, que sobresale entre los tejados de la villa, ya que se encuentra en el punto más alto del peñasco que se despeña hasta las profundidades del cañón del rio Vero, nos sorprende con la pequeña joya de su claustro del siglo XIV, que se adorna con unos maravillosos capiteles, que como si de un libro se tratara, cuentan en sus relieves una parte de la historia sagrada, que los sacerdotes querían que conociera el pueblo.
Capiteles con escenas bíblicas del claustro de la Colegiata de Santa María la Mayor.
En la parte superior vista parcial del museo de la Colegiata, que entre sus excelentes obras pictóricas hay una atribuida a Murillo.
Abajo: Pinturas murales del claustro de los S.XV al XVIII.
El paisaje que admiramos desde la altura donde se ubica la Colegiata, con el profundo cañón que casi esconde las aguas del rio Vero, nos despierta el interés por acceder hasta el pequeño cauce, pero lo que sucede es que nosotros no somos deportistas y el barranquismo no es lo que podemos hacer.
Rapidamente nos cuentan que precisamente a éste último cañón del río se puede bajar con relativa comodidad, ya que se ha habilitado una senda llamada “de las Pasarelas” por la que puede transitar cualquier persona solamente hay que llevar un calzado conveniente y nosotros nos calzamos nuestras Panama Jack y con toda seguridad nos lanzamos al camino.
Es una gozada ir bajando a través de pasarelas y escalinatas, disfrutando de la vegetación y de las escarpadas paredes calizas por las que también trepan los alpinistas, hasta llegar al fondo y disfrutar aún más si cabe del espectáculo que nos ofrece el cañón, con uno de los espacios mas agradables junto a la cueva de Pico Martillo.
Vamos caminando siguiendo el curso del río, andando cómodamente a través de las pasarelas que se agarran a las paredes hasta rodear el meandro en que se asienta Alquezar y aparecer otra vez en la villa, visitando la iglesia de San Miguel Arcangel, desde la que se obtiene una preciosa vista de la Colegiata.
Y para terminar la visita a este encantador lugar, realizamos un paseo rodeando otro de los impresionantes cañones que ha formado el rio Vero, para encontrarnos con unos abrigos prehistóricos, adornados con pinturas rupestres.
De los cuatro yacimientos arqueológicos que se pueden visitar, nosotros escogemos el que a priori es más factible acceder. Nos referimos al Tozal de Mallata. Un precioso sendero nos lleva hasta él después de una caminata de unos 30 minutos apta para todas las edades.
El Tozal de Mallata tiene 2 abrigos. Aunque estén cerrados por la verja(suponiendo que nos has podido coincidir con las visitas guiadas que se hacen) no te preocupes. La visión de los dos te dejará helado. Y el segundo (más pequeño) se ven perfectamente los dibujos esquemáticos que no tienen desperdicio.
Impresionante vista desde el mirador del Cañón del Rio Vero, el más visitado del Parque de Guara, y destino archiconocido de todos los amantes del barranquismo.
GUIA PRÁCTICA:
HOTEL SANTA MARÍA DE ALQUÉZAR
El Hotel Santamaría, ubicado en la localidad oscense de Alquézar, se ha convertido con el paso de los años, en un referente de los alojamientos, no solo de este pueblo sino de toda Huesca. Esto es debido al buen hacer de Alfonso, su dueño, que se preocupa constantemente de que su hotel tenga la calidez y comodidad que demandan sus huéspedes.
Las 21 habitaciones de Santa María, equipadas con todas las comodidades,( desde 70 € sin iva), abren sus balcones a una impresionante panorámica de todo el pueblo, (Conjunto Histórico-Artístico) y considerado uno de los pueblos más bonitos de España, donde destaca en lo alto, la Colegiata y a sus pies, el impresionante cañón del rio Vero, al que se puede acceder cómodamente gracias a unas pasarelas que dan el nombre al paseo que lo circunda.
El hotel cuenta con un agradable salón con chimenea, que al calor del fuego y de la bien surtida pequeña biblioteca, hacen que la estancia sea de lo más placentera. Por la mañana, sirven un completo desayuno-buffet, ideal para coger fuerzas y visitar no solo Alquézar, sino todos sus alrededores, como los cañones y barrancos de la Sierra de Guara, incluyendo los abrigos y cuevas con pinturas rupestres que también han sido consideradas por la Unesco Patrimonio de la Humanidad.
Todos los años el hotel recibe a cientos de amantes de la aventura. Alfonso, experto guía, regenta desde su hotel y a través de su agencia “Avalancha”- ubicada junto al mismo hotel-, un servicio de guías para realizar con seguridad el deporte de descenso de cañones y barrancos, y poder disfrutar así de esos espectaculares espacios naturales que conforma el Parque Natural de la Sierra de Guara.
HOTEL SANTA MARÍA DE ALQUÉZAR.
C/ Arrabal, s/n. 22145-Alquézar (Huesca). Tel: 974 31 84 36- 974 31 82 99
http://www.hotel-santamaria.com/
GUIAS:
Guia de Cataluña y Aragón de la Ed. Michelín. Con sus cuadros temáticos, mapas, itinerarios, clasificación por estrellas, e informaciones prácticas, son todo un referente entre las guías de viajes. Imprescindible llevarla.
TEXTO Y FOTOS: CARLOS R. ZAPATA & ELVIRA ALFARO.
Pues no sabía que existía esa senda tan bonita. Ya tengo dejado un hueco para la primavera y me acercaré a este pueblo tan genial. Fotos preciosas para un lugar fascinante.Los abrigos me parecen una pasada...que bonitos. Intentaré hacer barranquismo aprovechando la agencia"Avalancha" y ya de paso me quedaré en el Hotel de Santa María de Alquézar.Enhorabuena por el reportaje.
ResponderEliminarme han gustado mucho las fotos de Alquézar.qué maravillas tenemos en España
ResponderEliminarLo he visitado 3 veces y cada vez me gusta mas, siempre ha sido en compañia de amistades y familiares, algunos viviendo en el extranjero y se han quedado prendados de como ha sido conservado el patrimonio de esta localidad, cosa muy poco frecuente en el resto de Aragón. Hay que felicitar a los ciudadanos de Alquezar y a sus mandatarios.
ResponderEliminarMuy bonito me está encantado y el hotel muy bien
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